Con el título de trial logrado el viernes, la piloto de KH-7 iguala el récord de 15 títulos mundiales del mítico piloto italiano Giacomo Agostini. Laia Sanz ha culminado un fin de semana histórico con su segundo título mundial de enduro, que ha logrado hoy después de finalizar la segunda carrera del Gran Premio de Francia en segunda posición, detrás de la británica Jane Daniels.


La piloto de KH-7 también consiguió el pasado viernes su 13º corona de trial, de modo que en su palmarés ya figuran nada más y nada menos que 15 títulos mundialistas, los mismos que el mítico piloto italiano de motociclismo Giacomo Agostini. Nadie en ninguna competición del motor ha logrado más entorchados que ellos, aunque Laia le resta importancia: “No me fijo en si igualo o supero el récord de alguien, el objetivo es sólo hacerlo bien y ganar. Eso no quita que me haga ilusión”.

“Estoy muy contenta y cansada. Ha sido un fin de semana de sufrir un poco porque se podía ganar, pero también se podía perder todo. Al final, aunque no estoy muy satisfecha con la carrera de hoy ni la de ayer, se ha cumplido el objetivo, así que estoy muy feliz. Además, después de ganar también el trial, es increíble. No puedo pedir más, sobretodo porque no creía que pudiera combinar las dos cosas. He vivido un año muy duro y valoro estos éxitos especialmente. Por eso me siento todavía más orgullosa”, reconoce.

La pluricampeona española ha hecho buenos los pronósticos que la situaban como campeona y le ha bastado con acabar segunda en las dos carreras disputadas (ayer y hoy) en la localidad francesa de Saint-Flour para encumbrarse nuevamente. Aún así, Sanz insiste en señalar que su éxito entraña mucha dificultad: “La gente piensa que voy a ganar fácilmente, pero no es así, y este fin de semana ha quedado demostrado. Al final ha salido bien, pero podía haber pasado cualquier cosa. Es una suerte que la gente confíe tanto en mí, pero siempre hay que correr y hacerlo muy bien para ganar”.

De hecho, el Gran Premio de Francia ha entrañado una complicada gestión, puesto que las lluvias caídas dejaron el recorrido impracticable ayer sábado. Incluso se tuvo que suspender la tercera vuelta del recorrido. En la segunda manga, el recorte ha sido más drástico aún: la organización de la carrera ha suprimido gran parte del trazado y ha dejado sólo una especial cronometrada (el cross test), que las participantes han tenido que realizar dos veces. “Eso hacía que te lo jugaras a cara o cruz prácticamente, sin casi margen para recuperarte de un error grave”. Y a punto ha estado de suceder porque en la primera vuelta, a Laia le ha patinado la moto en una cresta y ha caído a un agujero en el que ha invertido mucho tiempo para poder salir y retomar la marcha. “En la segunda vuelta he ido mucho mejor, pero no ha sido suficiente para ganar a Daniels”, se resignaba.

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