Haciendo memoria son ya muchos los años que vamos partiendo de un punto u otro a cruzar la sierra con rumbo a la Costa Alegre, entre Jalisco y Colima, siendo este 2014 una  larga ruta saliendo desde la Ciudad de Colima con el Volcán como testigo, mismo que  también nos impresionó con algunas erupciones el sábado por la mañana para quienes  con familia partimos desde el viernes a pernoctar para estar listos y en espera del arribo  de los cerca de 100 participantes que acudimos de Guadalajara y ciudades del Estado  anfitrión.

Socios del MotoclubTT entre los que se encontraban Los Puercos Extreme, Family Xtreme, los Llamas y los Chiquitines, acudimos al llamado y en mi caso no conocía la ruta ya que no había participado el año anterior, así que a pegarse con quien tuviera GPS.

Aunque antes de salir la KTM 350 ISDE que en esta vez me fue facilitada comenzaba a echar humo, esperando en la agencia de Can Am Colima revisarla, aunque llegamos tarde y el contingente había arrancado bien escoltado por Vialidad y bellas edecanes al frente, mientras mis compañeros usuarios de la marca austriaca (que ya son la mayoría y una Sherco autografiada por David Knight) me decían que “era normal” por ir despacio en la caravana.


Al final me imagino fue exceso de anticongelante, ya no batallé y por el contrario al pararse el grupo líder, me integré con Alonso Alfaro, que conocía la ruta y traía GPS, así como con Mónico emprendimos la punta, con buenos amigos de cuatris y entre ellos mi papá. Avanzamos bien por el rio, tenía poco caudal y afortunadamente solo piedras de mediano tamaño, una de ellas me tiró y en cuanto me alcanzaron los cuatris a hacer el rebase de nueva cuenta, hasta encontrarme con mi amigo atorado en un río y al pararme a auxiliarlo PUM! Un cuatri me impacta por atrás y le deja la moto dañada a mi hermano (ya no me la prestará).

De nuevo a la acción ya “bien prendido” del coraje de ni como reclamar, jajaja, pero a fondo a buscar el camino, que mi guía se había alejado así que a navegar buscando  para sacar a todos adelante hasta que nos encontramos de nuevo y continuamos hasta Minatitlán, donde comimos y fuimos bien vigilados por la autoridad que fueron muy exigentes en la estacionada de los vehículos. Vimos llegar a la mayoría de nuestros amigos y de nuevo a tomar punta. Recarga de gasolina y a continuar el recorrido, en brechas largas, resbalosas, secas y algunas partes frescas por la sombra, avance rápido de las motos aunque con mucho polvo, hasta que en unos cruceros nuestros compañeros de cuatri ya no los vimos, esperándolos más adelante en un río muy agradable.


Llegaron los líderes del grupo y nuestros acompañantes no aparecían, así que dimos por hecho se habían equivocado de camino, y en efecto, salieron de nuevo a carretera ya que en una comunidad les dieron las señas erróneas. Nosotros mientras tanto nos encaminábamos un tramo carretero y ya caía la tarde para llegar a recarga de combustible y seguir a la mejor parte, la playa.

Pero cuál sería mi sorpresa que ahí terminaría mi paseo, teniendo mi papá un accidente impactante pero gracias a Dios no grave, estabilizándolo ahí mismo y sintiéndome cobijado por todos nuestros amigos que se preocuparon, y a quienes agradezco sus atenciones durante y después, teniendo que hospitalizarlo para descartar secuelas y siendo una jornada larga que al final logramos terminar conviviendo en playa y alberca con algunos de nuestros amigos para finalizar el viaje en aquellos rumbos y seguir la atención médica en casa.


Felicito a la Directiva del TT, especialmente a los de Eventos, que sacaron una larga, pesada pero bonita ruta así como a la gente que se sumó al Staff para apoyar a los averiados en el trayecto y llegar todos con bien a Barra de Navidad.

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