Comencemos por el principio, El Calaque, divertida ruta en el sur de Jalisco.

 

Hace más de un mes que no les platico las “patoaventuras” amigos, y es que estaba un poquito atareado con la organización de la Ruta Vallarta, pero vamos por partes, hace algunas semanas acudimos el MotoclubTT Guadalajara a Ciudad Guzmán, el sur de nuestro estado rumbo a Colima, para disfrutar del paseo El Calaque.

Es llamado así por una presa de ese nombre que se ubica arriba de las montañas que rodean a esta población, y para llegar, ya nos ha tocado lodo interminable, y no por miedo a eso ehhh sino por que creí que iría solo en dos ruedas, tuve la oportunidad de mejor irme de “raite” en un RZR.

Nos pusimos el equipo y arrancamos (después de ser bien recibidos por amigos de la zona) para tomar la delantera pero a los pocos kilómetros, pum, una piedra oculta y ponchada de llanta; algunos amigos se fueron, por suerte otros llegaron al auxilio, y en un dos por tres y con bastantes “escuincles” (los palitos esos para parchar rajadas de llanta) a darle de nuevo.

Entre charcos de agua y meternos al bosque nos la pasamos genial, y para mi sorpresa los atorones fuertes de antaño los pasamos como sin nada, aun así no me arrepentí de haber dejado la enduro guardada, de co-piloto iba más que agusto. Pero era hora de bajarse a ayudar, una larga pendiente, con zanjas y raíces de árboles era el reto siguiente, sobre todo para los más nuevos en cuatri, y para no ser amarillistas no les pongo la foto de la caída, solo la previa antes de cometer el error de acelerarle…

No pasó a mayores y el contingente continuó, aquí  Don Carlos, quien me hizo el favor de llevarme en esta jornada en RZR 1000, ahí no´más.

Después de esta bajada nos enfilamos todo el grupo, que éramos bastantes, incluyendo los dos ruedas que al final acudieron muchos y fueron los que se divirtieron más sobre todo en las largas subidas hasta que dijeron “ya, con eso tenemos”. Pero mientras tanto, aquí en famoso Calaque:

Después  de esto continuamos a la Aguacatera, donde fue el punto de reunión y  aprovechamos para un ceviche cortesía del Gallo, muy rico y para agarrar energías para regresar, y ahora tomar de bajada las interminables subidas; afortunadamente el cinturón de 4 puntos me hizo el quite, me quedé dormido “colgado” bien agusto, bueno, la desmadrugada y la comidita lo merecían, aparte no venía haciendo nada, jeje, pero eso sí, rodamos por una zona increíble con familia y amigos, ¿qué más puedo pedir?

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