Bienvenido a esdeMOTOS.com
Parque Cerrado ya es historia… y el MotoclubTT continúa sus aventuras tras la RV17.
El miedo al cambio es una constante, pero Parque Cerrado ha demostrado evolución y un ideal de crecimiento, dejando atrás ese nombre referencia al Enduro –y que quizás no tenía mucha lógica al referirse a esa zona de “espera” previa a una carrera- pero que bien para otras modalidades del motociclismo no tenía razón de ser, aun así se ha abierto el camino en el motociclismo Off Road al ser un sitio web de referencia en el ambiente, es así que justo después de celebrar con mi familia un año más de vida, me encuentro con este “regalito” de que en PC aparece una moto de pista… What???, vaya que me tomó por sorpresa, pero aquí está y ya llegó: ES DE MOTOS.
¡Bienvenidas todas las modalidades del motociclismo! Y vaya, aunque mi fascinación son las “de tierra”, todas, rally, enduro, cross, también ahí hay tendencia al pavimento (supermoto) que como me costó perderle miedo al asfalto… y bueno, me encantan las Harley /luego les compartiré fotos en las que me subía cuando era niño, jajaja/ y claro las de “pista”, aunque solo verlas, he tenido oportunidad de rodar en chooper, velocidad y hasta de cobra—dor, pero lo mío no es andar en las calles, lo confieso.
Pero vaya, ya podremos ver cosas del MotoGP (que el Doc Rossi está dominando), de los pilotos latinos que hacen buen papel en el extranjero, y claro, los mexicanos, saber un poco más de otras comunidades y demás, que al fin somos una fraternidad enorme y siempre el gusto por las dos ruedas (3 y 4 incluidas) siempre será de hermandad.
Ya no recuerdo desde cuando me hacen favor de leerme aquí, son decenas de columnas, miles de palabras, cientos de tonterías, jajaja, pero aquí seguimos, con esta página que tiene ya sus añitos y que me tocara ver nacer, y claro, no podemos dejar de hacer referencia a su antecesora, Bishiracing.com en la que también tuve oportunidad de colaborar, a ambos fundadores desde aquí un saludo donde quiera que estén, porque ahora es “normal” visitar páginas web y hay otras especializadas incluso con información al por mayor, y cada vez me doy cuenta que siguen llegando más, unas se quedan otras son fugaces, pero honor a quien honor merece, las pioneras de aquel entonces, cuando no tenías tu teléfono de la manzana para sacar fotos, cuando empezaba la era digital, que no fue hace mucho pero sí, parecen cosas de historia lejana.
Felicidades, enhorabuena, mientras tanto con el Todo Terreno Guadalajara nos fuimos a endurear, y entre grandes rocas (y con varias caídas) disfrutamos del paseo en los alrededores de la Presa El Garabato, cerca de Guadalajara, Zapotlanejo y Tepa –ey ahí por con las güeras de ojo verde, ándele usted sí sabe- llegando a la cita un buen número de participantes, algunos cuatris, solo 3 motos (que estamos en extinción) y eso sí, muchos “carritos”, Maverick y RZR.
Ahí entre unos y otros, adelante y esperando, me fui dando el “roll”, había caído lluvia y nublado, estaba todo perfecto. Arrancamos y pronto nos encontramos abriendo camino entre la maleza, lo bueno que ya después salió un camino alterno para carritos, aunque más de uno ya había rayado el suyo. Llegamos a una subida, con pastito mojado y piedras escondidas, y había un tubo de riego, lo rodeamos y al encontrar por donde cruzar, suelo y la bota agarró riel, como “bambi” quedé, todo bien.
Seguimos avanzando hasta llegar a la cima con una vista impresionante de la presa, pero comenzaba lo bueno, a bajar cruzando un lienzo de piedras y una empinada pendiente entre –sí adivinaron- piedras y más piedras.
Por ahí un cuatri agarró una enorme piedra como eje y a apoyar, que esa curvita de bajada ya hace 2 años había cobrado víctimas con costilla quebrada. Y bueno al treparme de nuevo, ahí por ganarle el paso a un RZR de bajada la llanta de atrás agarró una roca escondida y, ya saben, un “stoppie” y suelo…
A continuar por el camino, hasta (oootra vez) ir a abrir camino entre los matorrales, ahora de espinas, así que sin GPS seguir a mi colega de dos ruedas, vuelta y vuelta hasta llegar a un pequeño arroyo, pero en esa puerta no cabían los carros, así que solo 4 cuatris pasaron, pero al vernos solos y que el resto habían tomado otro camino, pues a seguir el trazo. Llegamos a un camino donde había dos, o tomar el fácil o agarrar el “camino marcado” que ya yo conocía pero en cuatri y sabía estaba extremo.
Bueno a seguir al valiente de Héctor, pasamos el primer atorón pero la avanzada de moto dijo que no pasarían los cuatris, así que a regresarlos; yo a medias tenía la opción de regresar o darle para ayudar al guía solitario, y ahí voy de… llegué con él y el camino era muy estrecho, lleno de grandes piedras y muy cerrado por la vegetación.
Al bajarme a abrochar la bota, tazzzz, rodilla directito al posa pie (si a alguien le ha pasado, auchhh, ya saben lo que es), pero bueno, a darle de nuevo, piedras, ramas, piedras, piedras y bueno, ya se veía “la luz al final del pasillo” y justo ya donde veía a los compañeros del otro lado, sueeeeeelo. Se me atoró entre el alto pasto (yo creo el broche de la bota mal abrochada por que ya horas después me dí cuenta que no lo traía – ya ni mi golpe en la rodilla) y contra un lienzo de piedras. A salir de entre la moto y la barda entre el pasto, y a darle, ya 5 metros y listo.
Ya seguía el pueblito para refrescarnos, pero oh sorpresa, cruzando un pequeño río, era subir entre pasto alto y –sí, exacto- piedras escondidas. Pasaron los cuatris pisando el camino y amablemente Héctor me cedió el paso, para ser yo el que azotara claro. Otra más, en una subida, ves unas piedras y le aceleras para brincarlas, pero ¡ohhh sorpresa! en tu camino hay más que no has considerado y efecto contrario a lo esperado, y suelo…
¿Ya párenle no? Una cerca nos impidió el paso, así que a rodear y por fin después de un par de vueltas, ya, un electrolit (y unos cueritos) en la tienda, dieta motociclista. Pero solo dos habíamos llegado, ya por fin después de un rato los cuatris nos alcanzaron para después el resto del grupo que habían rodeado. A regresar que había compromisos del trabajo, así que a subir todo, unas carnitas que nos estaban esperando en donde “parqueamos” y no podía despreciar, aunque sea para llevar unas cuantas grasositas y fuga, ahí se ven, gracias por la invitación y las 4 caídas; lo disfruté al máximo, 17 km en 3 horas, aunque no todas rodando más bien ayudando, pero ya hacía falta una cansadita en la dos ruedas.
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