El sábado pasado iniciamos con los marcajes oficiales de la Ruta Vallarta 16 quienes somos miembros del Staff, para reconocer el camino por donde transitaremos más de 550 aventureros en septiembre.

 

 

 

 

 

A diferencia de lo común, que se divide en 4 etapas la RV, este año será en 3, siendo dos el primer día y una el segundo. De estas dos etapas ya la primera sección fue localizada por el equipo de búsqueda que promete un trazo adictivo en el que se necesitará técnica pero sobre todo no perder el tiempo para precisamente acortando esta zona, llegar a la siguiente que el año pasado no se logró debido al caudal en los ríos que había, por ello, el tratar de arrancar temprano.

Hacia esta segunda zona partimos, no sin antes levantarnos de madrugada (ni para trabajar…) y viajar en convoy hacia el punto de partida; ahí, salimos por un camino nuevo en donde el primer atorón fue una camioneta atascada. Entre todos apoyamos a moverla –hubiera sido más fácil rodearlos- pero nos tocó la suerte de poder ayudar a gente de dicha población, pero como las manos no podían, a sacar el equipo de Can Am para jalar la camioneta. Reto superado.

Continuamos viendo los ríos crecidos, que es impresionante ver la cantidad de agua, e imaginar lo fácil que te arrastraría dicha corriente, así que pasar el puente sin detenerse, y como el cometido era marcar, fuimos señalando algo de lo más importante, bajar la velocidad en los poblados por respeto a sus habitantes, con letreros que Arctic Cat amablemente nos proporcionó. Rodamos 6 motos, 5 cuatris y 3 carritos, tomando buen ritmo para entrar ahora sí, a la zona complicada.

Entre todos avanzamos apoyándonos, más de uno nos dimos alguna atoradita; entre frío del bosque y el calor que te hace sentir el esfuerzo seguíamos, repostando gasolina y conociendo (sin GPS para ubicarnos mejor) el recorrido que no presentó mayores complicaciones pero que tiene su “chiste” en varias zonas, como el cruce de un arroyo en donde lo que antes era un puente de madera, ahora es todo un cruce de “enducross”, y no podía falta la lluvia en esa zona tan alta de Jalisco.

Aunque el motociclismo es uno en lo particular me gustan varias modalidades. Por supuesto me encanta la espectacularidad del Supercross, pero no se me da la gracia de brincar; el motocross es lo que más me gusta, te permite gozar mucho la moto, implicando intensidad corporal; enduro demuestra la fortaleza de las personas ante las adversidades, y a pesar de encontrarte con piedras, zanjas, raíces, a esos panoramas pocos pueden acceder; el supermoto, además de técnica le sumas velocidad. Pues bien, de todo esto que me gusta de cada modalidad, sin duda en el Off Road lo encuentro, puedes ir a 80km/hr en un camino no muy fácil, subir a 120 en algunas brechas (con toda precaución claro), o ir a vuelta de rueda buscando el mejor camino endurero; aplicar dependiendo la curva técnicas de cross o supermoto, y de repente uno que otro brinquillo por ahí, pero lo más importante, llegar a lugares prácticamente abandonados en donde puedes apreciar las maravillas de nuestro México.

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