Giovanni Lampedecchia inició hace unos días un recorrido por Estados Unidos, saliendo de Cholula en el Estado de Puebla y esta es su historia hasta ahora.

 

“De Puebla a Monterrey todo estuvo sin incidentes, solo sorteando los remolinos que crean los cientos de camiones en las carreteras. Con rumbo hacia Nuevo México el calor era insoportable bajando la visera de mi casco todo el tiempo incluso con el riesgo de recibir algún impacto de piedras en el camino.

Crucé la frontera y decidí roda otra hora, llegar al motel y cenar:

Lo que más sorprende de este país (Estados Unidos) es que no hay gente caminando, nadie a quien preguntar si estoy en la ruta correcta. Esperar a que alguien salga de pagar su cuenta de gasolina, te acercas y son siempre muy gentiles en contestarte. En un par de ocasiones me he detenido en un cruce dudando de la dirección y se han parado preguntándome mi dirección.

Nada que decir de la calidad de las carreteras y los señalamientos, precisos.

En google maps visualicé  la ruta mas rápida de Laredo para Albuquerque y me la escribí en una hoja con todo y pueblos, ciudades a cruzar y números de carreteras, y estando en el lugar todo coincidió.

La mañana no presenta ningún cambio de temperatura, misma historia, quito las mangas de la chamarra, pantalón ligero y tenis, a ver qué pasa. Agua, agua y más agua, me tengo que parar por el intenso calor y mojarme la cabeza. Nunca había sentido algo así. 

Por otro lado el paisaje monótono, planicie y mal oliente a petróleo, salpican estos aparatos que parecen jirafas mecánicas que perforar el subsuelo para chupar el oro negro. Texas es largo y no llego a New Mexico tampoco hoy.

He llegado a Nuevo México y con el mapa que tengo puedo escoger ruta, carreteras secundarias, curvas, un pueblito con una gasolinera, un súpers  y un par de tiendas, eso es todo; Al terminar el día alcanzo el pueblito de Cuba, última etapa antes de llegar a la zona de mi ruta, la Backcountry Discovery. La altitud por mi sorpresa es de 2100m y ya se acabó el calor.

Otro día más, me pongo el equipo completo y me dirijo hacia Arizona para después tomar rumbo a Utah.

Desde que me desvío a Utah se divisan a lo largo pináculos de rocas gigantescas y estas se materializan en su tamaño real. El cambio de paisaje es repentino y de iniciar en extensas áreas verdes, se elevan estos monstruos de figuras  caprichosas y cortadas como mesetas en su punto más alto, además de los grandes ríos que corren a su alrededor.

La Suzuki 650 muy bien, se porta de maravilla. Rápida al rebasar, será por el escape Kawa. El asiento no es para viajes largo. Afortunadamente entre que la sed, el calor, que cargar gasolina y otra cosa logro descansar y aguantar de 8 a 12 horas de ruta.

La moto pesa en seco 146 kilos más 1,8 de aceite, 15-18 litros de gasolina y 30 kg de equipo, no llego a 200 kg todo incluido.

Llevo tienda de campaña, colchoneta auto inflable y slepping de plumas, una manta metálica para protegerme de una posible reducción de temperatura, nylon para taper la moto y un poncho de plástico.

En dos tubos de pvc de 3” y de 40 cm de largo puse toda la herramienta necesaria. Dos bolsas laterales del tipo alforjas de bici de montaña  reciben las dos cámaras, un tenis, unas chanclas, botiquín, cafetera, barras energéticas, guantes de repuesto, gorra, cinta gris y cintas de repuesto.

Backcountry Route está patrocinada por los “nice” de  la banda Touratech y la marca Klim, son rutas de terracería aptas para doble propósito, jeep y Atv. Recorren zonas aisladas de algunos estados de USA, son 6 en total, Utah, Colorado, Arizona, Washington e Idaho. Van de 600 a 900 millas y hay una cartografía muy precisa  que conviene adquirir para facilitar la logística del hospedaje, gasolina y otros servicios útiles a la ruta.

El pasado 10 de agosto empecé con la primera parte de la ruta Utah y diría que es la más fantástica y paisajística: el valle de los dioses (navajos  por supuestos) o por mucho conocido como Monument Valley y los ojos se salían de su lugar al imaginarme en este paraíso rojo.

Otra vez con la carretera que empieza a subir  por una zigzag muy empinado y que al final se asoma a un balcón con toda la planicie al fondo con los pináculos rojos.

Poco kilómetros y empiezo la ruta, el GPS no falla. En la página de Backcountry se pueden bajar las rutas (gratis).  Esta vez la pista esta perfilada de árboles y arbustos y no me permiten ver atrás de los mismo. El fondo es tierra comprimida y me imagino como con lluvia ésta se convierte en un dolor de cabeza. Todo puede aparecerme a la vuelta o atrás de un árbol; sé que no es una zona de osos pero un puma sí y un alce o un venado también. Bueno me fijo más al terreno que a otra cosa. 

El horizonte se abre más y aparecen rocas redondas amarillo ocre y de varios tamaños. Muchas películas fueron rodadas en estos entornos: Sioux, Cheyenne ó Navajos, recuerdos en mi infancia. 

El Camino cambia a lajas de tepetate blanco, curvas cerradas y tierra roja. Termino después de unos 30 km cerca del pueblo de Bluff.

El cielo se pone más negro y prefiero no arriesgarme en el tercer tramo así que me dirijo a Monticello donde a mi llegada empieza a lloviznar».

Continuará…

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