BRENDA SOFÍA ESPINOZA MONTES tiene como objetivo principal regresar lo más pronto posible al Enduro a competir. Lo hizo sobre su Honda CRF 230 durante 4 años consecutivos en la categoría Femenil Libre que, por falta de tiempo entre sus actividades escolares y laborales, se retiró de las pistas. Pero tanto la adrenalina que aún recorre sus venas, el frenesí por las dos ruedas y la perseverancia que la caracteriza, Sofi o Chofis –como le dicen de cariño- va en buen camino a cumplir una de sus metas: Lograr, una vez más, volver a campo traviesa; disciplinarse en el deporte que tanto le apasiona.
Es por ello que Sofi es una BELLEZA EXTREMA quien lucha día a día por cumplir todos y cada uno de sus sueños, tanto personales como deportivos; incluso, lo hizo previo a convertirse en Rider, cuando tuvo que demostrarle a sus padres, Arnulfo y Celina, y a su hermana Estefanía que el Enduro forma parte de su vida.
En entrevista con PARQUECERRADO.COM Espinoza Montes enfatiza la razón por la cual decidió competir: “Para auto demostrar y demostrarle a mi familia, quienes en un principio no creían en mí, que cuando uno quiere lograr algo, se hace, se puede y se ven buenos resultados”.
¿Qué te ha dado el Enduro a tú vida?
Aprendizajes en distintos aspectos como: disciplina, compañerismo, enfrentar los propios miedos y salir avante; ser constante, muy buenos amigos como Jessica Casillas, Yaya De Obaldía, Jessica López, Mónica Alvarado, Carol Romo y Octavio Valle.
¿Por qué escogiste Enduro?
Empecé a acompañar a mi hermano Felipe y a mi tío Delfino a las carreras para hacerles pits. Me llamó la atención el ambiente de convivencia entre pilotos y sus familias; logré hacer buenos amigos inmediatamente. Pero me motivó este deporte en particular cuando vi que corrían mujeres; en ese momento quedé sorprendida y me sentí curiosidad; persuadí a mi hermano y a mi tío a que me enseñaran a conducir una motocicleta.
Entonces, ¿A qué edad aprendes, por quién y cómo fue?
Durante el tiempo que traté en convencer a mi hermano a que me enseñara, supongo, lo harté porque un día que estábamos andando en una Yamaha YZ 125, yo de copiloto, junto con mi primo, Héctor Barocio, llegamos a una bajada muy larga y Felipe se paró, se bajó de la moto y me dijo: Tómala; piensa que es una bicicleta, llévatela apagada y cuando estés en la recta metes clutch, bajas la palanca de velocidades, sacas el clutch lentamente y aceleras solo un poco; nosotros iremos atrás de ti por cualquier cosa. Me emocionó la idea y sin preguntar más, lo intenté.
Llegando al final de la bajada para agarrar la recta, seguí las instrucciones de mi hermano, pero no calculé el acelerador así que no pude controlar la moto y salimos disparados hacia un paredón al lado de la carretera. Me levanté como resorte a levantar la Yamaha y sacudirme la tierra para que ellos no se dieran cuenta de lo ocurrido. Ahí comienza mi aventura en el Enduro.
¿Tú primera carrera fue?
En el 2008, en la pista ubicada en Capilla de Guadalupe en los Altos de Jalisco, obtuve 5to. Lugar; se me atascó la palanca de velocidades y terminé empujando mi moto.
¿Por qué elijes el número 189?
Por mi fecha de nacimiento; el 1 por el mes y 89 el año, además estos dos números al sumarlos y convertirlos a un dígito se convierte en 8 el cual representa el símbolo de infinito.
¿Fracturas?
No como tal pero tengo lastimados los tendones de la rodilla izquierda, lo que provoca que ésta se salga de su lugar si realizo algún movimiento brusco.
Pista favorita y ¿Por qué?
San Andrés Ixtlán, Municipio de Ciudad Guzmán, Jalisco. En esta pista nos armaron una especial donde teníamos que cruzar una zanja varias veces dentro del recorrido. Previo a la carrera, caminábamos mi hermano y yo y al verlo entré en pánico y pensé en no participar al día siguiente. Felipe me pidió que no me desesperara, me pusiera el equipo y llevara la moto; fuera del área enlistonada estaba otra zanja y ahí practicamos.
Él me mostró cómo y al primer intento lo logré; habían algunos pilotos viéndome y uno de ellos quiso hacerlo también solo que, estoy segura, llegó a la zona, se asustó y no aceleró lo suficiente por lo que cayó dentro del surco. Cuando salió el piloto sus amigos se burlaron de él diciéndole “te ganó una niña”; me subió el ánimo, la moral y olvidé por completo mis miedos a la hora de competir, realmente disfruté ese circuito.
¿Cuál es tú preparación?
Mi régimen alimenticio es casi 90% vegetariano, no consumo carnes rojas, comida condimentada o grasosa ni azúcares; aunque pruebo de todo. Antes de una carrera no me desvelo; practico yoga para mayor flexibilidad y evitar calambres, hago cardio para la oxigenación y resistencia; me hidrato bastante y consumo plátano, acelga, jitomate, entre otros. Hago todo esto porque para al estar dentro de un Campeonato de Enduro implica disciplina si deseas estar en el podio porque en la categoría femenil estás arriba de la moto cerca de 3 horas.
¿Tú familia te apoya?
En pleno inicio a este deporte no estuvieron de acuerdo porque decían que no es nada femenino y es peligroso; desde que soy piloto a la fecha me apoyan en todas mis decisiones y me echan porras. Mi hermano y mi tío han sido mis entrenadores y mis sponsors, sin ellos no hubiera sido posible adentrarme en el mundo del Enduro.
¿Qué te gustaría pedirle a la CNE que aportara a la categoría Femenil?
El enduro es una práctica poco difundida y reconocida a nivel Nacional; creo que sería necesario se gestionara apoyo no solo de la CNE sino de otras dependencias para que se reconociera como un deporte en México al igual que se hace con el fútbol. Hay muchas niñas que quisieran competir pero les es imposible obtener patrocinio y sus sueños se quedan truncados.
¿A qué mujer piloto admiras?
Laia Sanz, es una mujer que ha llevado el nombre del Enduro Femenil a otro nivel al ganar en 3 ocasiones el rally Dakar, a mi parecer es una de las competencias más demandantes a nivel mundial.
Algún saludo a nuestros lectores
Hola a todos los lectores de parquecerrado.com y a los aficionados al deporte motor en dos ruedas; quiero compartirles una frase motera que me gusta mucho y habla sobre la perseverancia: “Caerse está permitido, duele el orgullo, pero levantarse y montarse otra vez es obligatorio”
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