RUTA MANZA POLARIS CENTER organizada por el MotoclubTT, dos días de aventura off road en Jalisco y Colima.
Se fue el Dakar, KTM lo hizo de nuevo, ahora con el “desconocido” que el año pasado diera de que hablar, Toby Price y el segundo sitio de un constante Svitko. Los latinos, Quintanilla y Benavides de Chile y Argentina respectivamente, cerrando en Top Five Helder Rodríguez, dando dos para KTM, Husqvarna, Honda y Yamaha, un variado de marcas en los primeros lugares. Lamentable la lesión de Walkner, también las salidas de Barrera y Goncalves. Buena actuación del multi campeón del enduro mundial, Antoine Meo y del joven estadounidense Brabec en Top Ten, Laia Sanz en 15, wow, que mujer. Los hermanos Marcos y Alejandro Patronelli, argentinos con Yamaha, al 1-2 en cuatris con buena actuación a pesar de caídas. Y en autos, se consagra “el hombre Dakar” Peterhansel, increíbles los logros en motos y autos, 6 y 6 Dakar ganados a lo largo de ¡un cuarto de siglo! que en esta ocasión llevara un novedoso modelo Peugeot a la cima, seguido del Al Attiyah en Mini que fue empujando siempre pero perdió su corona y un constante De Villiers en Toyota (por cierto que los carros base en la calle, el 2008, Mini y la Hilux, no se parecen en nada a los de las carreras, jajaja), y haciendo un avance espectacular los también ex motoristas “Nani” Roma y Cyril Despres en 6 y 7 y un impresionante 9 para Sebastien Loeb venido del WRC y quien al principio de la carrera sorprendiera ganando etapas pero bueno, Dakar es Dakar y una volcadura casi lo deja fuera de competición.
Esto acababa y la tradicional Bendición de Cascos en Hosto sucedía, en esta ocasión después de muchos años de ir en moto vía off road, ahora me invitaron los Old Wolf, choppers, y me tuve que sacrificar a irme en una potente Spyder F3s de Can Am que se portó de lujo y me permitió también grabar material para el programa de tele. Miles de motociclistas se reunieron, por suerte tomaron la decisión en nuestro grupo de irnos por autopista, pero al entrar al ingreso a Hostotipaquillo, era un caos, motos por doquier, de todas las marcas, de todas las cilindradas, motociclistas muy bien equipados, desafortunadamente otros NI casco, en fin, tuve la bendición de ver de frente a escasos metros a la Virgen del Favor en la peregrinación, saludé a muchos amigos de las diferentes modalidades y de regreso con bien en casa.
Mientras tanto una noche antes se disputaba la segunda fecha que vimos en las alitas, y para una semana después en California Dungey, fecha 3 en Anaheim retoma el primer lugar, Reed muy constante corriendo de nuevo para el team oficial de Yamaha (¿será que no hay nuevos valores que den el ancho?), y en la lites Cooper Webb llevándose 3 al hilo, esperamos siga con este ritmo.
No pude verlas porque nos encontrábamos en Manzanillo, viviendo la segunda edición de la Ruta Manza Polaris Center, en la que por fin, después de arrancar el año en track day y carretera, a lo mío, a la tierra, y vaya que había bastante. Aunque el inicio fue en la sierra de Tapalpa, de madrugada partir y con el frio de la mañana, bien abrigados a darle por caminos en un bosque muy bonito con terreno hasta húmedo, pero piedras, raíces, muchos caminos por donde perderse pero por suerte llevaba 2 GPS, el de Pepe y el de Héctor que me iban guiando, jeje.
Arrancamos 2 motos hasta atrás de 35 vehículos, la gran mayoría “carritos” y cuatris, pero pronto encabezamos la punta del tercer y último grupo. Nos fuimos ahí entre todos esperando en las zonas de fácil perderse y también algunas técnicas, cruzando arroyos y grandes rocas, haciendo espera y apoyo entre todos para resolver un par de problemas técnicos a las motos. El frío se iba, el calor se empezaba a sentir, pero era medio día y la instrucción indicaba llegar de noche así que a tomarlo con calma.
Un par de paradas para repostaje de gasolina eran el pretexto para refrescarse y convivir, reagruparnos con los vehículos, sobre todo los que llevaban esposas e hijos, siendo este un paseo muy fraternal y de equipo. El sol comenzaba a caer, el polvo, la sombra de los cerros, las luces de los LED´s de atrás, todo hacía muy difícil la visibilidad, por suerte sin percances, y al contrario maravillados de cruzar un par de puentes que evitaban sufrir en unos muy altos cruces de río que eran más que bonitos, más que por la poca agua, por las impresionantes rocas.
Al final nos reunimos todos no solo en la comida en Tonaya, sino casi al terminar la ruta, donde nos congregamos para llegar juntos, aunque una broma esperaba, después de un arroyo seco unas piedras tipo “Erzberg” que me quedé “what.theeee”; la verdad ahí se te baja lo gallito y te das cuenta, no eres nada para darle a la moto pensando en “¿cómo le hacen?” los que se enfrentan a estos verdaderos enduros extremos.
Llegamos bien, convivimos, el sábado intencionalmente tomamos el día, aprovechamos para viajar en un barquito, nadar en las profundidades del mar, convivir más, y los que aguantaron el ritmo y no planearon con tiempo regresar vía carretera, a darle la otra mitad de regreso para completar 400 kms hasta Tapalpa. Yo, sí tenía prisa así que ya no la hice, pero ya llegué calientito para ahora sí empezar este fin de semana el Campeonato Estatal de Enduro.
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