Llegó el momento, después de 6 años por primera vez acudiría al Norteñazo, paseo Off Road organizado por Club Quadriders de Monterrey, en las afueras de la capital de Nuevo León, específicamente en el municipio de Santiago, donde se ubica la cascada Cola de Caballo y el hotel del mismo nombre.

 

Aunque antes de eso fue madrugar, avión, que no podía aterrizar y tuvo que desviarse a San Luis, cargar combustible y esperar, para en lugar de llegar a las 8 arribar casi a medio día; para fortuna mis 6 amigos del TT también llegaron así que fuimos a “desayunar” a un típico lugar regio. Ya con las pilas cargadas al hotel a esperar la hora de registro y ver la llegada de los cientos de participantes, que entiendo éramos más de 570 registrados, rompiendo record de participación en un evento de la región.

Entre la convivencia, cena y recepción de reconocimientos, saludamos a los amigos de los clubes que forman parte de la “Asociación de clubes de México”, como Armadillos, Locos con Actitud y los mismo Quadriders así como Correcaminos Saltillo, de igual manera clubes y pilotos independientes de Chihuahua, Durango. De Jalisco el MotoclubTT hicimos acto de presencia, en más de 16 años de historia por primera vez como grupo representante, uniéndose mi hermano por la noche para completar 8 los integrantes de nuestro club.

Aunque algunos arrancaron antes, la salida después de la bendición de cascos, fue a las 8 de la mañana. Fueron más de 240 kilómetros los recorridos y lo más interesante fue ir por el Río Pilón que fue bastante extremo cruzar varias veces zonas profundas y con caudal.

Una ruta muy escénica, con varios desperfectos mecánicos pero mucha camaradería, la mayoría llegando de noche, incluso casi al amanecer. En nuestro caso fuimos de los pocos que hicimos al 100% la ruta, aunque la verdad estuvimos a punto de salirnos pero nuestros amigos Luna y Joel de Armadillos nos cobijaron y la aunque la primera vez fue de temor cruzar el río, ya después con los consejos de los expertos tomamos la técnica adecuada para hacerlo, y el Commander que amablemente nos proporcionó Can Am por medio de Bikes & Boats, agencia oficial en Monterrey, demostró estar a la altura de cualquier reto.

Sin duda algo de lo que me siento orgulloso de nuestros amigos que nos visitan en Ruta  Vallarta cada año, es su amistad, llegar a Monterrey y sentirte como –o incluso mejor que- en casa; si no nos hubieran insistido hubiéramos desertado, pero no, logramos finalizar el reto y llegar a buena hora para la rifa de la cuatri Can Am Outlander L que se ganó uno de los Halcones pero que venía desde Veracruz.

Sin duda una experiencia que tienes que vivir alguna vez en tu vida, el Norteñazo.

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