Con mucho entusiasmo y sobre todo en un ambiente de amistad, se llevó a cabo el “Tapalpazo: Reto Sta. Clara” de los Puercos Extreme, un grupo de amigos socios del MotoclubTT Guadalajara, que tuvieron la iniciativa de enfrentarse a un recorrido corto en kilómetros pero lleno de acción en el que dedicaron horas para lograr la hazaña.

Era sábado temprano y la caravana se enfilaba en camionetas hasta el punto de  salida, Pueblo Nuevo, en donde el recorrido inició, siendo pocos los pilotos de motocicletas, pero un nutrido grupo de cuatrimotos y “carritos”, conformados por  las células del TT, Puercos Extreme y Family Xtreme, además de los amigos de  Telemotos y apoyados por los Chiquitines para finalizar el reto más de 10 horas  después y ya caída la noche en las cabañas de Monte Real en Tapalpa.

Ahí, la cena servida por Mucio los esperaba para recuperar las energías de un  largo día de aventura y compañerismo para lograr finalizar la etapa “endurera”  de la barranca de Santa Clara, tan solo unos cuantos kilómetros pero de lo más  extenuante, comenzando por cruzar una gran cantidad de veces un río con  bastante piedra para después comenzar el ascenso de “escalón” en “escalón” de  piedra en donde el uso de eslingas y winch fue necesario para salir adelante.

Pero eso no fue todo, el frío intenso así como el terreno mojado y lodozo, pusieron  el ingrediente para terminar un día perfecto lleno de acción y grandes paisajes  de la zona montañosa del sur de Jalisco, arribando a la sede para contar las aventuras entre música y regalos de los organizadores, siendo Marcelo el principal  responsable de llevar a cabo esta aventura y a quien felicito por su entusiasmo y no me quedará duda en adelante que cuando dice “está difícil” es porque así estará.

Por mi parte inicié la ruta con algunas “señales”, desvelado, sin equipo completo  ni prendía la moto, pero de una manera u otra seguimos adelante por toda la parte del río, en teoría hasta adelante pero cuando no prendía la moto a tratar de rebasar cuatris y carritos, hasta que de plano llegamos a la zona de ascenso y por PRIMERA VEZ y tras razonarlo unos cuantos minutos (mientras se enfriaba mi moto que estaba con el anticongelante a todo) decidí regresar antes de que fuera imposible, y así fue, dejé a mi hermano y amigos que íbamos en motos de enduro a que continuaran y a la aventura de regresar solo, claro, mientras tanto me iba encontrando a todos los que venían atrás que de repente dudaban en seguir pero les hacía el ánimo a que no se perdieran la emoción de lo que seguía, y así hasta  que lo intenso del camino iba regresando a lo “normal” a pesar de lo difícil que se  había vuelto tras el paso de tantos rodados, pero medio agüitado y con ganas de regresar decidí que mejor seguía firme en mi decisión, así fue y tomé carretera con un frío intenso (también habíamos olvidado la chamarra) hasta Tapalpa y después de no encontrar ninguna camioneta de apoyo hasta el destino, así que con mis primos Toño y Michel, que nos apoyaron con las camionetas y a quien agradezco, nos adentramos en la aventura de meternos en camioneta en un tramo de “brecha” del final del recorrido endurero, así fue después de encontrarnos a los punteros del grupo que ya habían finalizado la zona de acción y siguiendo a mi hermano nos adentramos al bosque y aunque nos decía que no pasaríamos lo intentamos hasta el último momento, lugar en que de plano  reversa, de subida y con lodo, así que a sufrir para salir, pero lo logramos, y después de la angustia de no poder desbloquear el 4×4 con la ayuda de nuestro amigo Poncho lo logramos para ya poder continuar el final de día en plena amistad en unas bonitas cabañas y regresar a casa al siguiente día para festejar con mi pequeña su cuarto cumpleaños.

{fcomment}