Texto y fotos: Carlos GC y Armi Hernández.

Hoy en nuestro garaje les presentamos la renovada Suzuki V-Strom 1050 en su versión XT. Para nosotros esta fue una de las pruebas más esperadas, no solo porque poseemos unas V-Strom 650, sino porque esta renovación va mucho más allá de lo que pudiera a simple vista parecer.

Vamos a empezar por lo más evidente. En la parte exterior su imagen retro está muy bien lograda, ya que en fotografías parece menos ancha de lo que realmente es. Al subirnos a ella notamos una infinidad de cambios versus su predecesora, convirtiéndola no sólo en una versión mejorada, sino en una motocicleta totalmente distinta; y aquí es donde vamos a empezar a describirla.

Posición de manejo. En el momento que nos subimos notamos que el asiento es más cómodo ya que su mullido, forma y el material con que está hecho nos permite ir más cómodos y con mejor agarre.


El manubrio está en posición más levantada y atrasada lo que nos confiere una posición cómoda y erguida. Los espejos (de nueva forma) están a mayor altura quitándonos la necesidad de agachar la cabeza o la mirada para ver lo que hay detrás.
Cuenta con un parabrisas o una pantalla que puede verse muy simple, pero nos sorprendió cómo protege del aire sin crear ningún tipo de turbulencia, regulable en varias posiciones encontrando una posición ideal.

Cuando la electrónica nos alcanza. Con la incorporación de la nueva IMU (Unidad de Medida Inercial) de 3 ejes, Suzuki no solo cambió la percepción del modelo anterior, nos entregó una máquina totalmente distinta que puede comportarse de una manera muy suave y progresiva hasta convertirse en un verdadero tigre (mapas de manejo A, B y C). Control de tracción en tres posiciones también (1, 2, 3 más desconexión) y dos modos de ABS con modo de frenada en curva.


Viene con un panel de instrumentos LCD que muestra toda la información que uno necesita ajustable desde la piña izquierda.

Conjunto motor y caja. 106 caballos más de potencia (V-Twin a 90 grados), una gestión electrónica mejorada, control de crucero, arrancada en pendiente y una caja de 6 marchas, con clutch anti-rebote que, a nuestro juicio, es lo mínimo que debe de traer una moto de este segmento.

Hablemos un poco de las suspensiones. Sin ser electrónicas (menos posibilidad de fallar) tienen una sensación más que correcta siendo regulables tanto en extensión como precarga. Monta de fábrica unos excelentes neumáticos Bridgestone Battlax Adventure A41.

¡Hola cliente! Te escuchamos. Aquí es cuando la marca avanza no solo por avanzar (conforme a la competencia) sino escuchando al cliente donde los detalles son lo más importante; protectores plásticos para las botas, una salpicadera delantera extendida que minimiza la suciedad del camino, preparación de fábrica para las maletas laterales, Iluminación full LED, protectores para las manos, detección de peso para que con pasajero o maletas llenas la frenada sea más progresiva, con un mínimo de vibraciones percibidas.

Aquí es cuando llegamos a la conclusión de qué: Es una motocicleta que, por calidad, precio y desempeño, la convierte en un verdadero tren que va sobre rieles a cualquier velocidad, haciendo gala de seguir siendo prácticamente indestructible a la altura de cualquier competidor actual.

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