Texto y fotos: Armi Hernández Osuna y Carlos Gomezcésar

Todo vuelve, lo bueno y lo malo, regresamos a la normalidad poco a poco dándonos cuenta de que lo que antes no valorábamos, ahora es lo más preciado. Todo aquello que veíamos como normal, ahora nos parece algo extraordinario.

Esta es la prueba de la BMW F900R Urbana 2021 una motocicleta tipo roadster que por sus detalles minimalistas nos hace ver que efectivamente menos, es más. Nos encontramos a la salida de la carretera a Querétaro donde precisamente se encuentra el ambiente preferido para esta moto. La nueva F900R destaca por un salto tanto cualitativo como cuantitativo de su predecesora con una mayor potencia y suavidad de su nuevo motor bicilíndrico cuatro tiempos con 895 cm³ con pistones forjados, refrigerado por agua, cuatro válvulas por cilindro accionadas por balancines, dos árboles de levas y lubricación por cárter seco; arrojan una potencia de 99 CV a 8500 rpm.

Nuestra unidad de prueba contaba con dos modos de manejo RAIN y ROAD que en función de cada modo se ajustan los parámetros de potencia y par motor, así como la sensibilidad del acelerador, junto con el control de tracción y ABS (no des conectable).

Hablando de suspensiones, las horquillas delanteras son de 43 mm invertidas y sin posibilidad de modificar los reglajes que para mi gusto están en la media perfecta entre dureza y deportividad; en la BMW F900R Urbana 2021 la dureza de la suspensión trasera se ajusta con una perilla que tenemos al lado derecho.

Para una frenada muy contundente cuenta adelante con dos discos de 320 mm mordidos por pinzas de 2 pistones de la marca Brembo y en la parte trasera un solo disco de 265 mm.

Para nuestra prueba me planteé dos tipos de caminos, el primero rápidas autopistas asfálticas con muy pocas curvas y el segundo, carreteras vecinales de menor velocidad donde saliesen a relucir sus capacidades de curveo, equilibrio y control de todo el conjunto.

En el primer escenario demuestra un gran aplomo a velocidades muy encima de las permitidas para ser exactos y un poco temerarios queríamos llegar a la velocidad máxima declarada por el fabricante de 216 km por hora, pero con el viento y su pequeña cúpula que hace que si no te pegas bien al tanque sientes que puede salir disparado para atrás, no pudimos llegar a más de 195.

Ya en carreteras de segunda, pudimos apreciar lo maniobrable que es al tomar curvas, las cuales se convirtieron en una delicia por su corto recorrido de ejes; una de las pocas pegas que encontramos en nuestro recorrido es con su poco generoso tanque de gasolina con apenas 13 litros que nos hace parar a recargar y planificar aún con más cuidado la ruta para no quedarnos sin combustible.

Como no podía faltar, nos tiene acostumbrados a la pantalla TFT en color con la conectividad BMW Motorrad Connectivity a la cual le podemos conectar nuestro smartphone y bajando la aplicación BMW Motorrad Connected nos muestra el grado máximo de inclinación de cada lado además de las fuerzas G, planificación de rutas y navegación, sencillas sacándole más partido a tus viajes.

Para cerrar, podemos decir que la F 900 R es una moto que en ciudad se vuelve una delicia gracias a la progresividad del motor con muy bajas vibraciones y en autopistas como caminos secundarios se vuelve un tigre a la hora de enfrentar las curvas por más reviradas que sean.