El piloto mexicano Carlos Gracida salió del Rally Dakar a consecuencia de una caída, y esto comparte con la afición:

 

«Este momento es muy difícil de aceptar, incluso no sé bien ni que decir… Ya pasó un día después de mi abandono. Agradezco a Dios que puedo contar esto personalmente y que he tenido la oportunidad de vivir nuevamente el Dakar Rally aun con que me haya quedado a la mitad del camino».

«Tuve una caída muy aparatosa, ya que en esa sección iba a poco más de 150 km/hr, dirigí mi mirada al roadbook para ver la siguiente nota encontrándome inmediatamente con una piedra tipo machuelo que me lanzo al frente de la moto, cayendo de cabeza y posteriormente espalda. Me quede inmóvil por un buen rato, pensando lo peor y mil de sentimientos en ese momento; motos seguían pasando algunas se detuvieron y otras continuaron su camino».

«Yo quería llegar a mi moto para continuar incluso arrastrándome. Al llegar los médicos me revisaron y me dijeron que tenían que trasladarme al hospital, yo insistí en quedarme y entonces ellos me pidieron como prueba de mi bienestar que me parara por mí mismo, fuera por mi Moto y la levantara; fue ahí cuando realmente me di cuenta de mi condición, pues tristemente no pude hacer lo que me pedían, incluso el pararme era un gran esfuerzo que ni siquiera logre. No pude hacer más que aceptar lo que decían los médicos, me prohibieron continuar y subí al helicóptero… era el final de mi carrera… llore como un niño desconsolado».

«Me trasladaron a un aeropuerto rural cercano donde estaba un avión de la ASO esperándome para ser trasladado ahora a Antofagasta a una revisión médica mayor.».

«Yo regrese al Dakar para reencontraré conmigo mismo, en busca de una mejor persona, superar miedos y vencer obstáculos de mi propia mente, el reto con uno mismo. Viéndolo positivamente, esto que me sucedió creó me servirá más para mi crecimiento personal, me hará más humilde, sensible, valorar las cosas que realmente importan y sobre todo saber que nada tenemos dado, cada paso que damos y los pequeños movimientos que hacemos cuentan. Ahora me queda encontrar el valor para seguir venciendo mis retos y avanzar con estos nuevos obstáculos».

«Doy gracias enormemente a mi compañero de equipo, Mateo Moreno quién estuvo conmigo hasta que llego la asistencia médica».

«A la ASO por su eficaz respuesta médica y gran logística con la que cuentan para salvar vidas».

«A mi equipo Freedom 64 Rally, Luis, Jaime, Esteban, Carlos y Tony por su confianza en mí y su gran apoyo».

«A mi familia y amigos por preocuparse por mí, sus porras y buenos ánimos; y muy en especial a mi inseparable compañera y amiga, moka la copilota, que se mantuvo fuerte ante la adversidad y después lloro junto conmigo de tristeza al ver como las motos, autos y camiones seguían en competencia hacia Iquique y el bivoac se fue convirtiendo en un terreno desolado sin nosotros tener más rumbo que el aeropuerto. Juntos hemos vivido momentos de muchas alegrías y de tristezas que lleváremos en nuestros corazones para toda la vida».

«Gracias a todos ustedes por estar al pendiente, por seguirme en la carrera y ahora leer este pergamino”. (SIC)

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