Ya casi pasa una semana, y no puedo dejar de compartir con ustedes, además de la presencia del MotoclubTT en actividades con las autoridades y por supuesto lo que nos apasiona, andar en moto, la parte “social” de esto que se ha vuelto una gran familia.
El enlace matrimonial de los hijos de nuestros queridos amigos, socios ambos del Club Todo Terreno, en el que desde hace más de 15 años hemos hecho muchos amigos, y siempre nos hemos tratado como una gran familia, pasando por la armonía que incluso las esposas de los socios han hecho, parte de incluir a la familia, a los hijos y esposas, hoy, es una realidad el emotivo evento en donde casi todos los TT fuimos testigos, y demostrando la gran unión que hay entre todos. Felicidades Juan y Lety por su boda, y a sus papás por este gran momento.
Esto el viernes, para el sábado, atendiendo la invitación de Revista Moto, acompañar a directivos de SCT y CARSO, a un acto simbólico del “macrolibramiento” que está en construcción y que dará una vuelta en U a la capital de Jalisco, uniendo las carreteras que conectan a Guadalajara y evitando así el ingreso de mucho flujo vehicular a la ciudad, en una autopista que se contemplar de 111 kilómetros. La realidad es que en distintos paseos nos ha tocado ver partes de esta obra e incluso ya nos habíamos subido a ella (shhhh) pero ahora fue de manera oficial, y tras presentar el proyecto, nos unimos –en mi caso conviviendo con mis hijos- a plantar árboles, parte fundamental de una construcción de esta magnitud. Posteriormente comenzó el reconocimiento de más de 50 kilómetros a donde se unieron el Escuadrón R1 de la Sec. De Movilidad y el club Stoop Bikers (motos de pista) más un par de RZR, Can Am y moto de cross.
Comenzó la aventura, y por ciertas causas mi recorrido fue en camioneta, y aunque varias partes eran de concreto y otras de terracería –y realmente no me ubicada por donde íbamos- al final cruzamos una carretera que nos llevaría a donde “me enseñé a andar en moto” y ahí, ya era totalmente brecha, con lodo y charcos, y el 4×4 fue fundamental, lástima que los de pista no tenían, pero ahí, me sorprendí que los “Stoop bikers” son unos guerreros, no se rajaron, ni siquiera en las prolongadas bajada y subida de una cañada en donde están haciendo un puente impresionante. Al final salimos por el rumbo de Tala, donde se llevaba a cabo una fecha de invitación nacional de Trial a la que ya no alcancé a ir.
Para el domingo había que madrugar –tal cual ni para trabajar- así que a las 5 de la mañana ya íbamos rumbo a Magdalena, a la 8 edición que organiza el Club Buffalo y la que ya es tradicional para el MotoclubTT. No les niego que al despertar el tormentón, todo el camino lloviendo, no me daban muchas ganas pero impermeable y vámonos… y que deja de llover. Uff que bueno, y con terreno mojadito, agusto.
Después charcos, pastito resbaloso, charcos, charcos, charcote, ufff, apestoso, ni modo, a darle, cruzar vías de tren, piedras, zanjas, pero eso sí, de los alrededor de 100 que nos presentamos como una cuarta parte éramos motos dos ruedas (¡por fin!), se presentaron los del TT claro, los del cross, del enduro, ándale esa sí que es sorpresa, y todos a darle, ya tocaba una en la que no fuéramos solo un par de motos.
Piedras, el polvo se hacía presente, comenzaba el calor, un ponchado, otro ponchado… a hacer labor de equipo; brechota rápida y resbalosa hasta llegar a un puente de más de 100 metros de largo en la presa (creo la Yesca), a darle que siguen los “túneles” (no, esos del Altiplano no). Unos perdidos, pero llegando a el ex poblado minero que nos sorprendió –como los de Real de 14 decían algunos-, un ratito de relax y de regreso, sin gas pero que me encuentro a mi tanque rodante (mi apá, jeje), ahora sí, full y… otro ponchado, a pleno sol.
Labor de equipo –bueno por lo menos apoyo moral- y a seguirle, para entonces ya íbamos cuatris y carritos por todos lados, hasta llegar a la unidad deportiva de la sede, y que llego ponchado…pero ya ahí a disfrutar de un rico chamorro, la plática con los amigos y la música en vivo.
Pero en estos tres días también tristes emociones; enterarme del trágico accidente de nuestra querida “teacher” la edecán oficial del club, quien nos acompañó en Ruta Vallarta, Supermotard en el GP, y a varios paseos, fue una noticia difícil de asimilar, acompañando a su familia un ratito al velorio el viernes, el sábado a su cremación y el domingo, a seguir acordándome de ella, una persona no solo bella por fuera sino de gran corazón y muy trabajadora, única en verdad; con todo respeto para su familia y esposo. Descansa en Paz Paulina.
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