Fuente y fotos: Pablo Pillado/Eduardo Iglesias.

Recién tomada la salida del prólogo del Rally Dakar 2023, Eduardo Iglesias se rompía ambas clavículas en una aparatosa caída que lo enviaba directo a casa. Una vez más la carrera más dura del mundo del motor asestaba un duro golpe a uno de sus incondicionales pilotos.
Navegamos con el piloto gallego desde aquel fatídico momento, pasando por la lucha contra sus propios miedos, para llegar a sus objetivos más inmediatos.

Eduardo llegaba más preparado que nunca al Dakar 2023: “Clasifiqué muy bien tanto en el Hellas Rally de Grecia como en el Dinaric Rally de Croacia; y el 1000 Dunas había sido muy buen entrenamiento.” Pero en los primeros compases del prólogo, Edu se veía obligado a abandonar el Dakar. Una nefasta caída le fracturaba ambas clavículas. Aún con el golpe moral y el dolor físico tan presente, Edu lo tenía claro. “Cuando venía en el avión después de haberme roto las clavículas ya sabía que tenía que volver al Dakar. Se lo dije a mi madre recién salido de la operación y la pobre no daba crédito. Yo sabía que esto no podía terminar así. Después de haber finalizado tres ediciones, no quería que mi historia en el Dakar fuera esta. No podía ser. Tenía que luchar por estar otra vez en la salida.” Y recordaba con serenidad: “El accidente fue un golpe moral muy duro, pero quise subirme a la moto lo antes posible para recuperarme del daño psicológico. A los diez días ya iba al gimnasio y al poco ya estaba sobre la moto.”

Pero una vez más la realidad se imponía con dureza. “En abril me fui a entrenar a Marruecos con la idea de correr el Sonora Rally, pero recuperadas las clavículas faltaba la parte psicológica. No estaba preparado y me costó mucho volver a estar cómodo en la moto.” Y de vuelta a la competición descubría que todavía le quedaba un largo camino en su recuperación: “Llegué al Hellas en mayo de 2023 y me di cuenta. Tenía un miedo escénico tremendo. Fue un rally muy lluvioso, así que estuve con miedo de hacerme daño en cada etapa y aun clasificando 1º en M2, hice el veintipico en la general. En septiembre del 2023 hicimos el Rally Adventure Galicia. Me encontraba mejor pero el primer día tuve un golpe muy fuerte y creí haberme roto otra vez las clavículas.” Para acabar afirmando que: “Me pasé todo el año luchando contra mi cabeza y aun encontrándome bien, cortaba gas.”
En enero de 2024 llegaba el momento del examen definitivo. Después de un año buscando las buenas sensaciones a Eduardo Iglesias le tocaba plantar cara a sus fantasmas y con las ideas claras, todo parecía encajar.

“Para ir al Dakar tienes que buscar un objetivo. Después de haberlo acabado, toca motivarse para entrenar y volver a estar en la salida. Si para otras ediciones mi objetivo había sido mejorar mi posición, para esta edición 2024 era quitarme la espinita y demostrarme a mí mismo que después de una lesión traumática, por cómo fue, el Dakar no podía acabar conmigo.” Pero la incertidumbre era total: “Estaba bien de forma física pero no sabía cómo iba a responder psicológicamente en una prueba tan dura como es el Dakar y con la tragedia del año pasado en mi cabeza, te lo puedes imaginar.” Y aun dando pasos en la buena dirección, la dureza de esta carrera se imponía una vez más del peor modo posible. “El prólogo fue muy tenso… pero superado, en las primeras etapas, con lo complicadas que fueron, empecé a coger buenas sensaciones… hasta el accidente de Carles. Fue otro golpe psicológico muy fuerte que nos tocaba de cerca. Muy difícil de encajar.” -El español Carles Falcón fallecía días más tarde a consecuencia del accidente-.

Edu se había propuesto acabar el Dakar, pero todavía no era consciente de la dureza que estaba por llegar. “Me encontré con el Dakar más duro de los últimos años.” La etapa de 48h parece haberle dejado una muesca en sus recuerdos que se apresuraba a relatar: “En el km 2 ya estaba enganchado en la arena blanda; en el km 3, en una duna enorme con una bajada terrorífica me pasé con el gas al llegar arriba y me cayó la moto. Me peleé muchísimo con la moto y con la arena para poder continuar; y en el km 9 me encontré con Zacchetti en una olla y por mirar para él, también me metí. Nos ayudamos para salir, pero todo esto estaba pasando antes de llegar al km 10 de una etapa de 600 km. ¡Imagínate! Estuvimos un buen rato empujado las motos. En ese momento me debí quedar casi el último de la etapa, pero poco a poca alcazaba a otros pilotos mientras atravesaba dunas increíbles con bajadas de vértigo.” Consciente de la dureza de la etapa, Edu decidía recalcular sus objetivos para llegar al vivac del km 300: “A las tres y pico de la tarde, eché gasolina y con la parada obligatoria de veinte minutos, salí sobre las cuatro menos veinte. Con 100 km por delante pensaba que no llegaría al vivac del km 300 pero tenía que salir, aunque tuviera que dormir en las dunas. Con buen ritmo al principio y sufriendo mucho llegué al campamento recién caída la noche.”

Quedaba por delante la segunda mitad de la etapa de 48h y el precio por quitarse aquella espinita pasaba por un grado de sufrimiento hasta la fecha desconocido. “Al día siguiente los primeros km fueron durísimos y sobre las dos del mediodía, con el sol ahí arriba me cayó la moto muchísimas veces. En mi vida tuve que levantarla tantas veces.” Hasta llegar a un extremo físico tal que: “deseaba que se rompiera la moto para llamar al helicóptero e irme para casa. Creo que nunca puse el cuerpo tan al límite. No sé ni cómo explicarlo: Puedes ponerte en una máquina del gimnasio a todo lo que da el cuerpo, pero no es eso, es un límite que no eres capaz de controlar. Es un límite que nunca había experimentado en ningún otro Dakar. Ya había llorado en otras ocasiones, ya había sufrido muchísimo, pero ese límite corporal no lo conocía.” afirmaba con rotundidad.

Finalizado el Dakar 2024 y superado el trauma, Edu afronta dos carreras del campeonato europeo. Una en Galicia y otra en Grecia, con sus luces y sombras. “El Rally Adventure Galicia me benefició muchísimo. Sin errores de navegación ni caídas hice 1º en M2 con la 350cc, que era muy buena opción para este rally; 5º de la clasificación nacional y 2º de la europea, así que acabé muy motivado para afrontar al Hellas Rally”, en el que no se encontraría igual de cómodo. “El tipo de pistas y caminos del Hellas eran más para las 450cc que para mí 350cc, con la que sufrí más de lo normal. Además, el nivel subió una barbaridad con muchos pilotos top del Dakar y aun finalizando 2º en mi categoría, hice el 22º scratch.” se lamentaba Edu, para acabar con una reflexión en positivo acerca de su rendimiento en el circuito europeo: “Pero estoy contento. He disputado dos carreras en Croacia, tres en Grecia, dos en Galicia… y siempre estoy arriba. No soy un piloto de los más rápidos, pero siempre consigo hacer una media constante con pocos fallos de navegación, sin meterme en muchos líos y conservando la mecánica.” claves fundamentales para lograr estas carreras de fondo.

Edu afronta el resto del año con la incertidumbre propia del que tiene como objetivo final el Rally Dakar. “No tengo confirmado estar en el Dakar 2025. Por mucha intención que tengamos, al final dependemos de los patrocinadores, así que estos meses tendremos que tomar la decisión final. Así que sus propuestas pasan por un campeonato continental: intentaré acabar el europeo en agosto, en Rumanía, para luchar por el título, que también será una carrera más de cara al Dakar si finalmente decidimos ir.” Y otro más doméstico aun siendo de carácter internacional: “También correré los Six Days en octubre, aquí en Galicia.” Una carrera que el piloto gallego ya había disputado en el año 2009 en Portugal y ahora repite en casa y con amigos. “Son las olimpiadas del Enduro. Es una carrera con muchísimo ambiente internacional y siendo aquí, tenía que estar. Participaré con Alejandro Vieitez y Giovanni Pérez, clasificando por clubs en equipos de tres pilotos.”, afirmaba con el ánimo del que participará en casa.

Como buen dakariano que es, Edu no pierde de vista ni su meta ni los deberes necesarios para alcanzarla, asegurando que: “Si finalmente voy al Dakar, participaré en el Addax Rally de noviembre para llegar lo mejor posible.”
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