El Enduro es un deporte muy «incluyente». A diferencia de otros pasatiempos, aquí no hay restricciones de edad, de peso, de figura ni de condición. ¿Qué necesitas del Enduro? Obviamente la moto y el equipo de protección completo. Desde mi punto de vista, lo que realmente requieres para comenzar es solo una cosa: VERDADERAS GANAS DE HACERLO.

Todo lo demás se va desarrollando con práctica y constancia. Cuando en verdad te nace desde adentro querer intentarlo, se disfruta cualquier experiencia que pase durante el entrenamiento, logros y errores incluso.

¿Qué obtienes del Enduro?

Se me ocurre una lista interminable de cosas, pero las más destacadas para mí son las siguientes:

SEGURIDAD: Al ir observando progresos en el desempeño del deporte, esta cualidad se va reforzando. Comenzamos a obtener mejores resultados,  incrementamos el nivel de dificultad y nuestra sensación de «si pude» y «puedo hacerlo» es gratificante.

CONFIANZA: Aún cuando terminemos en el piso después de intentar pasar un obstáculo complicado, el simple hecho de haber llegado hasta ahí hace evidente que confiamos en nosotros mismos; tuvimos el ánimo y nos sentimos con capacidad de hacerlo. Indudablemente, cada vez se llegará más lejos.

DESTREZA FISICA: Descubrimos algunos músculos. Hacer trabajar partes del cuerpo que normalmente no se forzan tanto en otras actividades, el equilibrio mejora considerablemente, respondemos a movimientos rápidos o imprevistos.

VALOR: Una cosa son las ganas de subirte a la moto y andar en lo «planito» y otra cosa  muy diferente es aventarte a una subida de piedras sueltas o bajadas pronunciadas o escalones naturales en el trayecto. Necesitas ser audaz para intentarlo, para conseguirlo y para continuar con otro obstáculo; querrás otro, y otro, y otro.

DETERMINACIÓN: A veces no hay momentos para duda y se debe tomar una decisión inmediata para continuar por el camino sin caer. Al principio es difícil osar de forma rápida si se toma una línea u otra, o si nos detenemos o no antes de subir, o si pasamos o no la piedra, etc. La práctica hace más fácil esa toma de decisiones y cada vez notaremos que lo hacemos con más precisión.

Y podría seguir la lista de «beneficios», incluyendo entre muchos otros,  la satisfacción de librar algún obstáculo, la emoción de llegar a la cima de la «super-subida», los hermosos paisajes que normalmente se ven, el nervio controlable de tomar una gran bajada, tener el suficiente coraje para continuar, la habilidad para no caer, la fortaleza moral para levantarte, el espacio con uno mismo, la convivencia con los compañeros de deporte, el aprendizaje incluso de los golpes y moretones que nos recuerdan lo que «no» se debe hacer en la siguiente salida.

Las cosas que se obtienen pueden ser fácilmente trasladadas a la vida diaria y a veces pienso que si somos capaces de llegar hasta cierto lugar en el cerro, somos capaces de llegar a «tal o cual» lugar en nuestro día a día. Recuerden que lo más importante es ser constante y continuar.

Gracias Erika, por tu artículo.

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